Se realiza la recolección de pilas y baterías en desuso para que estos residuos peligrosos potencialmente contaminantes no lleguen al suelo ni a las aguas superficiales y subterráneas. El objetivo de la misma es concientizar a la población sobre el peligro potencial de contaminación que encierra descartar pilas y baterías sin el debido tratamiento. En la actualidad se cuenta con 70 puntos de recolección entre escuelas, comercios y dependencias municipales. La misma se realiza desde Vigilancia Ambiental en horas de la tarde, por contar con mejores condiciones de movilidad.
De 2008 a 2010 se elaboraron 45 bloques de hormigón, en los cuales se encuentran aislados aproximadamente 2.820 kilos de pilas. Se utiliza un método multibarrera para obtener un mecanismo que asegure que no se producirá contaminación por lixiviación ya que el proceso electroquímico de las pilas no se agota cuando estas dejan de entregar energía suficiente sino que continúa produciendo corrosión por diferencia de potencial, que deriva del envolvente metálico. De este modo los iones de metales pesados pasan a formar parte del lixiviado. Los bloques son usados para señalizar, habiéndose colocado en los galpones del puerto (lado oeste entre el estacionamiento y la vereda), 9 en la calle 3 de Febrero al comienzo del canal Munilla y 12 en la cancha de rugby del CCE.
